Crisis de Pánico


La crisis de pánico es la aparición súbita de un temor intenso que se caracteriza por el miedo a enloquecer o morir. Se acompañan de síntomas físicos como palpitaciones, mareos y falta de aire. Estos episodios de temor no responden a una situación desencadenante que lo explique, y tienden a durar poco tiempo (minutos). Las crisis generan mucho temor porque vuelvan a aparecer, por lo tanto, hay una serie de ajustes en la vida de la persona para evitar revivirlas.

Se ha observado que ellas coinciden con cambios de etapa o transiciones en la historia vital, que exigen habilidades y relaciones diferentes a las establecidas anteriormente. Por lo que hay un contexto de temor e inseguridad, que también puede estar dado por angustias o ansiedades en torno a la muerte, acompañado de una sensación de impotencia vital que impide transformaciones profundas. (1)


El dios Pan

Pan era el dios con cuernos, barba, cola y patas de cabra, que vivía en compañía de las ninfas en una gruta del Parnaso. Se le atribuían dones proféticos, era cazador, curandero y músico. Habitaba en los bosques y en las selvas correteando ovejas y espantando a los hombres que penetraban en sus terrenos y lo despertaban de su siesta. (2)

Se dice que era el dios de la fertilidad y de la sexualidad masculina desenfrenada. Dotado de una gran potencia y apetito sexual, se dedicaba a perseguir por los bosques a ninfas y muchachos. (2)

Pan representaba a toda la naturaleza salvaje y por eso se le atribuía la generación del miedo enloquecedor. Su grito, en varios pasajes míticos, espantaba al que lo escuchara.


 Relaciones de Pan y el pánico

Conocer el mito de Pan nos da ciertas pistas sobre lo que ocurre en las crisis de pánico. En este dios se expresa la parte animal que simboliza por un lado naturaleza y vida, y por otro regresión y animalidad, en este último aspecto es donde perdemos consciencia y ganamos locura. (1)

La vida instintiva nos moviliza y nos puede entregar mucha creatividad, pero para algunas personas es más amenazante, y la vivencia de los instintos agresivos generan la necesidad de reprimir. El problema es que el intento por desembarazarse de ellos puede significar también ser poseído por los instintos, ya sea por una personalidad violenta o desordenada, o por una forma de ser que intenta compensar el temor tornándose muy segura, cuestión que le sirve hasta el enfrentamiento de situaciones difíciles. (2)


El rol del miedo y el temor en la vida

El arquetipo del padre es el que nos enseña a separar los opuestos, con lo cual aprendemos a jerarquizar, delimitar, distinguir, etc. Esta experiencia se relaciona con la seguridad, la firmeza, la protección y el poder en la medida que confiamos en nuestra capacidad de dar orden a nuestra vida.

Hay quienes tienen dificultad para integrar estos aspectos, y las características paternas son vividas como una divinidad dominadora y perfecta, dejando al yo temeroso e impotente. No queda más alternativa que enfrentar cualquier desafío con habilidades intelectuales para racionalizar y evitar el contacto con lo más temido: el mundo instintivo. (1)

Pero esto no se consigue del todo porque es imposible erradicar completamente el mundo instintivo. Tal como Pan fue negado de la cultura y se transformó en la peor amenaza para quienes salían fuera de la ciudad, la autonomía de las imágenes del arquetipo paterno que no pudieron ser integradas, aparecen en el mundo exterior volviéndose éste muy amenazante. Se manifiestan a través de fobias, pesadillas y crisis de pánico. (1)

Cuando se pierde el contacto con nuestros instintos, adquirimos una apariencia artificial muy temerosa que necesita restablecer el equilibrio perdido. El miedo, el pánico y todos los síntomas asociados vienen mostrar la necesidad de reformular la vida, aprendiendo a lidiar con las fuerzas de la naturaleza para conquistar sus poderes creativos. (1)

¿Qué finalidad tiene la crisis? Buscar y encontrar un espacio para expresar las emociones y aliviar la presión de los contenidos ocultos que generan mucho miedo. Es importante confrontar las imágenes de lo temido, comprendiendo su significado profundo para promover la integración a la consciencia de las partes negadas. (1)

La terapia y el terapeuta funcionan al mismo tiempo como soporte y perspectiva de salida. Es desde este punto seguro que aparece la posibilidad reconstrucción de las partes debilitadas de la personalidad. (1)


Texto elaborado por Javiera Falcone C.


Referencias:
(1)  Ulson, Glauco (1984). Aspectos psicodinámicos do pánico, Revista Junguiana, (2):81-89.
(2)  Graves, Robert (1985). Los mitos griegos I, Ed: Alianza.




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